Relaciones tóxicas

Relaciones tóxicas y cómo salir de ellas

El falso amor ciega. Muchas veces no nos damos cuenta porque nos encontramos nadando dentro de una burbuja repleta de ilusiones, que al final se traducen en mentiras. Así son las relaciones tóxicas (de pareja, de amistad, laborales, familiares, etc.), aquellas donde alguna de las partes resulta afectada psicológica o físicamente. Es fácil saber si estás dentro de una relación tóxica: por más que quieres abandonarla, porque sabes que no eres feliz del todo, no puedes o te cuesta mucho ponerle fin.

Si una relación no te hace sentir plena de felicidad, placer y bienestar, entonces no vale la pena. En las relaciones tóxicas siempre hay una víctima y un victimario. La víctima suele sentirse triste, infeliz y ansiosa cada vez que está al lado de su pareja, lo cual significa un profundo desgaste emocional que va debilitando y marchitando poco a poco a la persona.

La víctima, como sabe lo que le enoja a su pareja (casi todo, de hecho) suele callarse sus opiniones o sus sentimientos para no molestarlo (o molestarla). Sabe que, aunque esté diciendo la verdad, será censurada o lastimada por su pareja, que siempre está a la defensiva y no permite que nadie le lleve la contraria.

Por supuesto, este asunto no tiene género. Puede afectar tanto a la mujer como al hombre, dependiendo de la relación. Hay parejas donde la mujer es quien maltrata a su compañero; así como también hay parejas donde el hombre es quien maltrata a su compañera. Sea como sea, se trata de un problema que se debe solucionar lo más pronto posible hasta que, en el peor de los casos, ocurra una tragedia.

Rasgos que caracterizan a las personas que mantienen relaciones tóxicas

Como estamos hablando de algo lamentablemente muy común en algunas relaciones, las personas que mantienen relaciones tóxicas son muy parecidas en los siguientes aspectos:

Baja autoestima

Cuando alguien tiene problemas consigo mismo, mantiene esos mismos problemas con los demás. Como quien dice, el amor empieza desde adentro, y si la persona no se quiere a sí misma, terminará en los brazos del sujeto equivocado, debido a que se infravalora y cree que no es merecedor o merecedora de algo mejor. Este perfil el que suele tener la “víctima” de la relación.

Dependencia emocional

Tiene mucho que ver con la baja autoestima. Las personas que sufren de dependencia emocional son aquellas que se sienten vacías por dentro y que constantemente necesitan a alguien a su lado para sentirse queridas y valoradas, aunque no sientan amor en absoluto. Demandan atención de forma adictiva, son personas posesivas, celosas en extremo y muy dominantes (aunque, bueno, los más sumisos también pueden ser dependientes emocionales). Tienen miedo a quedarse solas y su “amor” pasa a convertirse en sufrimiento para ambas partes de la pareja. Este perfil es el que suele tener el “victimario” de la relación.

Causas de una relación tóxica

Aunque no lo creas, el amor romántico tradicional es la principal causa de violencia psicológica -y física- dentro de una relación de pareja. La percepción errónea que tenemos del amor podría llevarnos a caer en una relación tóxica sin darnos cuenta, ya que ciertos elementos, que te voy a describir a continuación, suelen ser aceptados culturalmente porque es lo que los medios siempre nos han vendido como “buen amor”.

El amor romántico es ese que nos mostraron en los cuentos de hadas, con el “vivieron felices para siempre”, donde ningún defecto es aceptado y donde no se muestra la “edificación” necesaria que un amor verdadero y saludable supone.

El amor romántico se caracteriza por lo siguiente:

Amor a primera vista

Superficial, llega por los ojos y ahí se queda. Con que la persona sea guapa físicamente y sintamos atracción, ya lo vemos como amor eterno sin importar su personalidad o sus sentimientos. De hecho, vemos a la persona como un trofeo, como una cosa con la que paseamos y seremos bien vistos ante el mundo por llevar semejante “accesorio” con nosotros. Suena feo, sí, pero es lo que suelen significar esos amores llevados únicamente por el atractivo.

Los celos son bienvenidos para hospedarse en la relación

Son, de hecho, una muestra de amor verdadero. Supuestamente, con los celos estás demostrando que amas a tu pareja; o tu misma puedes caer en el error de que si te cela enfermizamente es porque te ama.

Ahora, pongamos los puntos sobre las íes. Es normal que los seres humanos sintamos celos. En sí, los celos no son el problema, sino la manera en que los resolvemos. Me explico, puedes ponerte celosa o celoso por alguna razón, pero lo inaceptable es que caigas en la actitud de tratar mal a tu pareja y lastimarla, por culpa de unos estúpidos celos. Si hay algo que nos resulta incómodo, hay que hablarlo de la forma más calmada posible. No es normal que te celen (o celes) porque algún otro miembro de la familia pasa tiempo con tu pareja, tampoco es bueno que incurras en prohibirle cosas o andar como un detective a sus espaldas.

Actitud posesiva

Con el amor romántico también adoptamos una actitud posesiva (producto de los celos) que hace imposible mantener una relación saludable. Se entiende a la pareja como una propiedad privada, y eso es enfermizo.

Aislamiento

Está esa falsa idea de que para amarse hay que alejarse del mundo, de la familia, de los amigos, y entregarse por completo a la pareja. Es decir, esclavizarse en una relación, amarrarse con cadenas el uno al otro, hasta ver quién peca primero.

Falso final feliz

Ese final tipo película cuyo broche de oro es la boda. Las personas piensan que con casarse ya lo tienen todo ganado, y que eso les garantizará la felicidad por el resto de la vida. Lo cierto es que el amor verdadero se construye todos los días, aún más cuando la pareja está casada, pues es cuando suele conocerse mucho mejor a la otra persona.

¿Cómo saber si estamos siendo maltratados psicológicamente por nuestra pareja?

Relaciones tóxicas

Las relaciones tóxicas pueden incluir maltrato físico, pero eso se reconoce fácilmente: un solo golpe lo dice todo. Ahora, saber si estás bajo la manipulación de tu compañero o compañera es un poquito más difícil. Las siguientes señales te indican que estás sufriendo abuso psicológico por parte de tu pareja:

  • Tu pareja se burla de ti en público. Se aprovecha de lo que sabe de ti, tus secretos más profundos, para ridiculizarte en cualquier momento.
  • Se molesta si te enojas por su burla hacia ti, pues dice que lo hace solo en “broma”. No olvides que cuando no hay respeto, la relación ya se fue a pique.
  • Eres excesivamente complaciente con tu pareja, incluso cuando debes hacer cosas que van contra tu moral y tus principios.
  • Te compara con otras personas o ex parejas… Outch!
  • Tu pareja minimiza tus logros, juzga siempre lo que haces y no valora absolutamente nada de lo que haces para mantenerle feliz.
  • Te da miedo hablarle, contradecirle, o simplemente expresar tus incomodidades. Temes que se altere demasiado y te haga daño.
  • Accedes a tener sexo aunque no lo desees.
  • Siempre te sientes triste.
  • Piensas que debes ser flexible y calarte todo su maltrato porque crees que te ama.
  • A veces te amenaza con separarse de ti o suicidarse…

Perfil del abusador (o abusadora)

  • Luz para la calle y oscuridad para la casa. Es una persona carismática con las otras personas, pero contigo se porta de los mil demonios.
  • No acepta críticas. Piensa que su opinión es la única que importa y la única que está en lo correcto.
  • Se victimiza y toda la culpa te la echa a ti.
  • Hace promesas que no cumple.
  • Nunca se disculpa cuando te ofende. De hecho, se molesta si tú te molestas por su ofensa y eres tú quien debe disculparse…
  • No siente empatía por ti, y no busca hacer el esfuerzo por ponerse en tus zapatos.
  • No le importas, y lo demuestra. Tú sabes que no le importas.

¿Por qué a veces resulta tan difícil salir de una relación tóxica?

Simple, porque en el nombre del “amor” todavía tienes las esperanzas puestas en la relación, aun cuando sabes que no tiene remedio. Por lo general, las razones son las siguientes:

  • Piensas que tu pareja puede cambiar con el tiempo. Piensas que, aunque te humille y te maltrate, te sigue amando. ¿De verdad crees que el amor se trata de violencia? Wake up!
  • Sientes que no te mereces algo mejor que él o ella.
  • Tienes miedo a la soledad, por eso te cuesta abandonar una relación enfermiza. El típico “pégame, pero no me dejes”.
  • Temes que, al irte, tu pareja te persiga y te haga daño. Incluso te da miedo que sea capaz de matarte o suicidarse. Si tienes ese temor, es porque sabes que es capaz de hacerlo…

¿Cómo salir de una relación tóxica?

Si ya sabes que esa relación te está haciendo daño mentalmente, debes dar el primer paso y tomar la decisión de alejarte. Aquí te doy algunos consejos:

  • Reconoce que tu pareja no te valora, que la relación ya está contaminada por actitudes dañinas.
  • Busca ayuda. Puedes recurrir a un buen amigo o amiga que te tienda una mano. Si ves que es muy necesario, ve a un psicólogo, te sentirás mucho mejor contigo y con tus decisiones. Necesitas a alguien para desahogarte y sacar ese nudo que tanto te aprieta el pecho.
  • Decídete a salir de ese bucle violento y venenoso. Mantente siempre firme y no mires para atrás. Que nada doblegue tu decisión, este es un paso de amor propio, esencial para sanar las heridas.
  • Descúbrete y reconquístate. Date un tiempo a solas, lo necesitas. No corras a los brazos de otra pareja, porque no es lo ideal. Tienes que sacar toda la mala energía que tu antigua relación dejó en ti, para poder abrirte de nuevo al amor, ya con una actitud más serena y reconfortada.

Recuerda que “aceptamos el amor que creemos merecer”. El cambio comienza en ti, y si tú no te amas, nadie más lo hará. Renuncia al abuso de cualquier tipo, ninguna persona merece ser maltratada, mucho menos con la excusa de un falso amor. No estás sola, no estás solo, siempre es posible salir del lugar que te contamina y te empequeñece. Sal de donde no te quieren.

 

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