¿Buscamos personas que se parecen a nuestros padres?
Tanto mujeres como hombres, cuando se trata de buscar pareja, muchas veces eligen a personas que se parecen físicamente o en personalidad a sus padres. En el caso del hombre, es común que busque mujeres parecidas a su mamá; y en el caso de la mujer, también es común que busque hombres parecidos a su padre, muchas veces tanto para bien como para mal.
Claro, no suena muy romántico pensar que tu pareja se enamoró de ti porque le recuerdas a su mamá o su papá, pero esto no es del todo negativo. De hecho, muchos estudios psicológicos avalan esta conducta de las personas. Sigmund Freud explicó esto años atrás con su teoría conocida como el “complejo de Edipo” en donde explica que de pequeños fijamos la conducta de nuestro padre o madre en el subconsciente y esta influye a largo plazo en la elección de nuestra pareja. La universidad de Pécs, de Hungría, también confirmó mediante un estudio entre individuos y sus suegros, que sí existen ciertas semejanzas en la apariencia física entre ellos.
¿Por qué sucede esto?
El querer buscar una pareja parecida a nuestra figura paterna o materna puede depender del tipo de relación que tuvimos con ellos, y de la relación que vimos entre ellos y nuestra madre o padre. “Cuando somos pequeños miramos la relación de pareja que muestran tener nuestros padres”, afirma Analía Croquer, psicóloga, ya que nuestros padres son el primer modelo de pareja que tenemos, buscamos la misma estabilidad que miramos en ellos.
Muchos podrían pensar que es por la familiaridad que nos sentimos atraídos a un hombre o mujer parecidos a nuestra madre o padre. La socióloga especializada en psicología social, Carla González, señala que “hay un intento – consciente o no – de elegir para la vida a una persona similar a alguno de nuestros padres”, demostrando así que lo que buscamos realmente es mantener la misma estabilidad que tuvimos en casa, para nosotros formar un hogar igual de feliz.
Esta búsqueda puede ser tanto positiva como negativa. Si en un hogar el padre o la madre abusaron de drogas y/o bebidas, hubo maltrato o violencia, e incluso infidelidad, puede que la persona decida buscar personas que entonces tengan esas mismas conductas debido a que nunca sanó las heridas de una mala relación con su figura materna o paterna. Por eso una persona que ha vivido en un hogar disfuncional tiene que admitir el daño que ha causado en sí estos modelos para no repetir errores en sus relaciones. “Es lo que experimentamos de pequeños y eso deja una huella profunda en cada persona. Por eso mismo, partimos de un modelo para buscar en los demás; para bien o para mal” dice la socióloga González.
El reflejo de nuestros progenitores
Por otro lado, la psiquiatra Laura García añade a lo ya explicado que la construcción de la pareja es solo un reflejo de nuestros progenitores, “Más allá del género, hay algo que es evidente: intentamos encontrar en nuestra pareja una extensión del cariño y protección que recibimos de alguno de nuestros padres”, añade Laura García.
Existe también la tendencia a buscar aquello que no tuvimos, muchas veces las personas que no tuvieron madre o padre tienden a buscar personas mayores para tener relaciones debido a su falta de amor paternal, e incluso aquellos que tuvieron malas relaciones con sus padres o madres hacen lo mismo en modo de compensar la falta de protección que sintieron.
Todo esto se hace de manera inconsciente la mayoría del tiempo, es un deseo en el aspecto positivo de buscar una relación prospera y feliz, también podemos buscar todo lo opuesto si venimos de un hogar maltratado, todo depende del lazo que hayamos tenido con nuestro progenitor.
No necesariamente es una persona exacta a tu padre o madre, si miras a tu pareja o ves en tus relaciones pasadas, quizás descubras una o dos cosas que admiras de tu padre o madre, y es que a la hora de buscar pareja partimos de aquel modelo que conocemos y nos haga sentir bien, recordando que la idea de una relación es que nos aporte felicidad y bienestar.