No eres tú, soy yo: ¿Cómos saber si somos tóxicos en nuestra relación?
Somos muchos a los que nos han dejado después de decirnos No eres tú, soy yo. Y la realidad detrás de esa frase es que muchas veces no entendemos que el problema en la relación éramos nosotros, no el otro, que lo tóxico de la relación y la respuesta estaba en el espejo cada mañana, nuestros constantes regaños, celos enfermizos, rabias e inseguridades acabaron con la relación y no nos permitieron llegar al final feliz.
Ser una persona tóxica no es algo que se desee, de hecho a veces somos tóxicos y no tenemos ni idea de eso, acudimos a terapia pensando que el problema son todos a tu alrededor, pero cuando tu familia, amigos, compañeros de trabajo y hasta tu pareja ya no soportan estar a tu lado, eso forma también parte de ser tóxicos con uno mismo, algunas veces nuestra personalidad resulta tan tóxica, que sin querer lastimamos a quienes más amamos.
8 signos de que eres una persona tóxica en tus relaciones
1. Volteas los problemas a tu conveniencia
No importa de quién sea la culpa en cualquier discusión, tú siempre buscas la manera de voltear las cosas a tu favor, es decir, nunca eres el culpable a pesar de ser consciente que todo el conflicto fue algo que tú dijiste o hiciste. De hecho, tu obsesión con echarle la culpa a los demás es tan grande que nada de lo malo que pasa en tu vida es tu culpa, siempre será culpa de tu jefe, compañeros, familiares, amigos y obviamente tu pareja.
2. Eres negativo y criticas en exceso
Una cosa es ser una persona realista y otra muy diferente es que resultes ser extremadamente negativa, criticona y sin filtros al hablar, hay que tener delicadeza con lo que queremos decir sin importar que tan fuerte sea, en las relaciones amorosas no ganas más puntos por decirle a tu pareja que es estúpida o que hizo todo mal, a nadie le gusta una persona que vea todo color negro y gris y que se la viva recalcando sus defectos y tropiezos.
3. Exageras de ti y buscas la perfección
Ser honesto y exaltar tus logros no es un pecado, pero la vanidad sí, pensar que eres perfecto, ocultar tus errores y menospreciar a los demás para colocarte en primer lugar es una estrategia equivocada para ganarte el corazón de alguien. Hablamos del tipo de persona que no acepta que tiene defectos, que si alguien hace algo bien, incluso si ella no sabe hacerlo, dirá que ella lo hace mejor. De hecho eres una persona que se ofende fácilmente por cualquier cosa que te dicen, mucho más si recalcan tus defectos.
4. Quieres pelear siempre
Incluso cuando todo está en calma buscas la manera de ocasionar un conflicto por lo más mínimo, quizás porque no te gustó su selección de música mientras conducía, porque no ella no supo decirte algo que quería, entre otras cosas; te gusta hacer el papel de víctima, mientras discutes así nada tenga sentido y no tengas la razón quieres buscar otra victoria para tu libro de records. De hecho eres el tipo de persona que amenaza constantemente con terminar la relación.
5. Te gusta controlar todo
No solo manipulas las discusiones para siempre tener la razón, además buscas controlar cada aspecto de su vida en pareja, te enfermas, lloras y peleas si algo no sale conforme a lo que tu deseaste y planificaste, creas tormentas de la nada si alguien no hace lo que tú deseas, así sea lo mejor para todos en general.
6. No te comprometes con la relación
Mientras esperas total fidelidad y devoción de otros tú no piensas ni por un segundo en comprometerte con la persona que dices amar. No pones demasiado de ti, no te esfuerzas y no dedicas tiempo en construir una relación fuerte y hermosa.
7. Solo importas tú
Eres una persona egoísta, no te preocupas por nadie más en la relación que no seas tú, siempre minimizas sus logros o sus problemas por colocarte primero; llevas al extremo la filosofía de no perderte en la relación puesto que no cedes tu espacio y mucho menos tu tiempo, por eso prefieres salir con todos a tu alrededor menos con tu pareja y pasas todo el día en redes sociales.
8. Tus expectativas son inalcanzables
Es lógico que vivas decepcionada de todas tus conquistas amorosas si cuentas con un montón de requisitos y expectativas que nadie puede cumplir, reglas estrictas y absurdas que te hacen inalcanzables para cualquiera.
Ser una persona tóxica es producto de muchos traumas psicológicos, relaciones problemáticas del pasado, problemas con tu familia, timidez, auto-exigencia, ideales, prejuicios sociales, la intolerancia y la baja autoestima; son problemas que se deben resolver personalmente, yendo a psicólogos y haciendo ejercicios en donde mires hacía tu interior y puedas cambiar lo que eres, todo con compromiso y voluntad.
El amor es algo hermoso en todos los sentidos, pero el romance y el amor surgen cuando ambos están locos el uno por el otro y no están compitiendo por hacerse daño, de hecho, el amor verdadero es aquel que no quiere lastimarte y de hacerlo trabaja para ganarse el perdón honesto; es un constante crecimiento de dos personas que se aman y aprenden del otro para ser mejores personas cada día. El amor no cambia a nadie que no quiere cambiar, por lo tanto, de querer alejarte de todo lo tóxico que hay en tu vida sería el momento para hacerlo primero por ti, y luego por los demás, solo así tu vida amorosa estará libre de tormentas y con mucha luz para ser feliz.