no repetir la historia de mis padres

¿Cómo hacer para no repetir la historia de mis padres? 😪

La manera en la que nuestra familia ha vivido sus relaciones, marca -para bien o para mal- el modo en cómo hemos sido criadas. Eso que solemos ver en nuestras casas desde pequeñas se va volviendo un ciclo interminable: abuelos, padres y ahora yo… Un patrón que se repite a través del tiempo, de las personas y, sobre todo, de las relaciones de pareja. Aun así, mucho de lo que vimos no nos gustó, de hecho, podemos llegar a odiarlo profundamente y deseamos con toda nuestra fuerza no ser la prueba viviente de algo que nos prometimos a nosotras mismas nunca hacer. La pregunta siempre está ahí en nuestra mente, ¿qué camino puedo tomar para no repetir la historia de mis padres y no perpetuar un patrón que no me gusta?

La forma en como “pertenecemos” a un lugar, es reflejo de los acontecimientos a los que hemos estado expuestas desde pequeñas. Desde las mejores situaciones, hasta contextos signados por el abandono, la ansiedad, violencia, infidelidades o alcoholismo, esto genera una fuerte programación inocente en nuestra psique. Su poder es tal, que pueden definir totalmente como actuamos, como sentimos, como vemos y cómo percibimos del mundo, sobre todo, cuando ya somos más grandes.

¿Es esto, pues, una cadena irrompible? Desde luego que no.

Algo muy importante de esto, es que eso que son conductas “aprendidas” o adoptamos de forma inconsciente al verla en las acciones de nuestros padres, nuestros principales referentes durante la infancia. ¡La tarea está en nosotras mismas y no se hará sola! Sí, nuevamente el autodescubrimiento y el reconocimiento de nosotras harán que esos patrones se aplaquen, desaparezcan. Una vez que entendemos y estamos plenamente seguros de que parte de nuestro comportamiento es producto de lo “hecho en casa”, tenemos la libertad y el poder para transformarlos, para romperlos.

¿Hay manera de no repetir la historia de mis padres? ¿Qué debo hacer?

Sí las hay, y aquí te las digo:

Medita

Una actividad que no es para todas, pero a la cual se le debe dar una oportunidad. A tu ritmo, a tu modo y de la manera que más te gusta. Este peculiar método de relación no solo te ayudará a drenar las malas energías, también te ayudará a descubrir tus verdaderos sentimientos respecto a las cosas. Eso, desde luego, te permitirá tener mayor control sobre tu vida y te ayudará a ver la causa de los problemas, no tan solo ser alguien reactiva como consecuencia.

Trabaja en ti misma

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Esfuerzate por salir de la rutina. Quizá te criaste con la idea de que hay ciertas cosas que no debes hacer “porque no eres capaz”, “porque no es lo que haría una señorita”. Amiga, really? Siglo 21, empoderamiento femenino… Atrévete a romper paradigmas y dile sí a un mundo de oportunidades nuevas. Romper las barreras que te atan al pasado, te ayudará a tener una mejor relación con tu pareja y a estar más cerca de ti misma.

Aprende, conoce, lee

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Algo común en las personas es el “miedo” a investigar, cuando a veces la mejor cura para nuestros males es, precisamente, saber que los tenemos. Que no te frenen tonterías o pensamientos sin sentido: documéntate, conversa con especialistas y ve entiendo quién eres en el transcurso de esa evolución. Ello ayuda a que crezcamos como personas que siempre están abiertas al cambio y que saben reconocer sus errores.

 Ten mucha paciencia

Sí, no es algo sencillo, ni saldrá de un día para otro. Toma mucha fuerza de voluntad, tiempo, esfuerzo y varios intentos romper con eso que nos daña, que ya no queremos en nuestras vidas. Lo importante es ser perseverantes, entender que es un proceso largo con altos y bajos, pero cuya ganancia será totalmente maravillosa. Mientras lo sigas intentando, todo empezará a cambiar.

Una vez que hayas seguido estos pequeños consejos, podrás salir del “destino planeado” que la vida tenía para ti. Con los patrones de conducta que deseas cambiar identificados, el resto del proceso queda en tus manos: sigue tu consciencia, actúa con respeto y sé humilde ante las situaciones que te dejan un aprendizaje. Estos instantes de reflexión y sabiduría, sin duda te permitirán ser feliz y sentirte con libertad.

 

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