tomar a la novia en brazos

La tradición de tomar a la novia en brazos, ¿qué significa?

¿Alguna vez te has preguntado de dónde proviene esa tradición de tomar a la novia en brazos, luego de casarse? Seguramente sí, y por eso estás leyendo este artículo. Pues te diré que su origen tiene varias versiones, unas más románticas que otras.

La versión más aceptada en diferentes culturas es la superstición de que los pies de la novia no deben tocar el suelo al llegar a la habitación donde pasarán su primera noche de casados, tampoco deben tocar el suelo de su nuevo hogar. Por eso el novio debe cargarla en ambas oportunidades. Podría ser toda una proeza si el novio es muy delgado y la novia está rellenita, pero de acuerdo con la tradición, igual tiene que hacerlo.

Veamos los dos lados de esta tradición: el lado iluminado (o romántico) y el lado oscuro (o no tan romántico).

El lado romántico y protector

Se trata de un rito que muchas parejas hacen en la actualidad, aunque desconocen su significado. Sus orígenes se encuentran en la antigua Roma, cuyos habitantes creían en la existencia de espíritus malignos que se posaban en las entradas de las casas.

Por lo tanto, como una forma de proteger a sus mujeres, los novios las cargaban en sus brazos para impedir que pisaran algún designio de los malos espíritus regados en el suelo de la casa. El velo y las damas de honor tenían la misma función.

Asimismo, en la misma cultura existía la creencia de que tropezarse era un augurio de mala suerte para el futuro del matrimonio. Por lo tanto, para evitar que las novias se enredaran con sus largos vestidos y se tropezaran al entrar al hogar, los hombres las cargaban.

No conforme con eso, también debían entrar con el pie derecho, lo cual simboliza la buena fortuna, de manera que en el futuro a los novios no les faltara nada. En conclusión, se trata de una costumbre que esconde un sentido romántico, simbólico y de protección que no pasa de moda.

El lado oscuro de la historia

Pero como en todo cuento de hadas hay una bruja que quiere arruinarlo todo, hay cosas que capaz no son lo que parecen. Así como Disney adaptó los oscuros cuentos de los hermanos Grimm y los convirtió en historias fantásticas para niños, así podría haber ocurrido con esta tradición. ¿Qué pasa si las versiones antes descritas tienen la finalidad de tapar algo un poco más “perverso”? Veamos.

Tal parece que el asunto tiene que ver con el rapto de mujeres. Es decir, llevarse mujeres a la fuerza y a las malas. Hay muchísimas historias con respecto al rapto de mujeres, pero la más famosa es el mito romano del rapto de las sabinas.

El mito del rapto de las sabinas

Cuando Rómulo fundó Roma y las primeras instituciones, se dio cuenta de algo terrible: faltaban mujeres. Sin mujeres no podían crear descendencia y poblar la ciudad. Ante esto se le ocurrió una idea: organizar unos juegos e invitar a las poblaciones vecinas para que participaran.

Pues bien, asistieron muchas tribus, pero los sabinos destacaron en número, llegando en masa y acompañados por sus mujeres e hijos. Acogidos como huéspedes, los sabinos pudieron disfrutar alegremente del esplendor que Roma había alcanzado en tan poco tiempo, y asombrarse ante todas las nuevas construcciones.

Pero cuando llegó la hora de comenzar los juegos su asombro tornó en horror. A una señal, los jóvenes romanos tomaron al unísono a las doncellas sabinas y se las llevaron a sus respectivas casas, sin que los padres de las muchachas pudiesen hacer nada por evitarlo.

Después de muchos intentos en los que los sabinos se organizaron para luchar y recuperar a sus mujeres, resulta que ellas se enamoraron de sus raptores. Los soldados de ambos bandos tuvieron que parar las batallas y hacer una alianza. Desde entonces los romanos y los sabinos formaron un solo pueblo.

Versión goda

Tiene que ver con el rapto de las mujeres y más directamente con la tradición de cargar a la novia. La historia señala que los godos, un pueblo germánico, debían raptar mujeres de tribus cercanas cuando en su poblado no había suficientes. Lo hacían para saciar su sed sexual y para casarse con la más bonita, como si fueran objetos.

Una vez que escogían la que más les agradaba, la tomaban en sus brazos y se la llevaban. Lo hacían así porque para adueñarse de la chica, ella no podía pisar el suelo durante el trayecto desde el lugar del secuestro hasta su nuevo hogar. De lo contrario, la mujer quedaría en libertad.

Versión machista

Por si fuera poco, también hay una versión machista. Cuando el hombre carga a la mujer en sus brazos, significa que él es el más fuerte y que en la casa se hace lo que él diga. Ella se deja cargar como muestra de sumisión y debilidad.

¿Con cuál de todas las versiones te quedas tú? Digamos que es cuestión de perspectivas. Pero para no arruinar la emoción del momento, mejor apostemos por la versión romántica. Total, cuando hay amor todo se vale.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *