Si estás enamorada de un hombre casado, ya sabes que pisaste un terreno nada estable. De entrada, estamos hablando de una relación tóxica que dice a gritos lo mal que puede terminar todo si no pisas freno: el tronco con el que te vas a estrellar es tan fuerte, que todos tus huesos pueden quedar fracturados.
Este post no es para juzgarte, bastante mal debes sentirte con el hecho de que ese hombre sea de otra. Ya todos sabemos que la sociedad censura este tipo de fijaciones. Sabemos las etiquetas horribles que les colocan a las mujeres que se enamoran de hombres prohibidos. ¿Ya qué?, a fin de cuentas, nadie manda en el corazón.
Viste al tipo, bello como ninguno, galán, todo en él te encanta, lo ves pasar y se te mueve el piso, cuando habla te derrites. Si es feo, pero te gusta, whatever, te gusta y ya. Vale, el problema es solo uno: está casado. La angustia aumenta si, además de casado, tiene hijos. Te sientes más culpable porque probablemente estés rompiendo un hogar.
A ver, ¿ya comenzaron la relación?
Importante este punto. Una cosa es que te guste un hombre casado. No hay nada malo en esto. Es normal sentirse atraída hacia un hombre que cumpla ciertas características. Está bien que te encante verlo, etc. Total, si no pasa de ahí, no estás perjudicando a nadie. El problemón viene si ya comenzaste la relación, si ya hubo un beso, si ya compartieron una o muchísimas noches. Ojo, hay mujeres a las que no les importa, en absoluto, “ser la otra”. Pero si tú estás aquí buscando consejos, es porque algo te golpea en la conciencia.
Lo primero: el que juega con fuego, se quema
Supongamos que lo tuyo es de ratico. Que quieres comer de ahí, pero sin llevarlo muy lejos. Vale, yo te aviso, amiga. ¡No te engañes! ¿De verdad solo quieres satisfacer tu ego y tu capricho? Mira que mientras más pienses así, más te atas a esa relación tóxica y, mientras más lejos lo lleves, más involucrada estás y más difícil se hará detenerlo. Admite que si te enamoraste, ya no hay vuelta atrás.
Lo segundo: empatía
Nada mejor que hacer un ejercicio de empatía. Ponte en los zapatos de todos los actores de la relación. A ver, imagina que eres la esposa. ¿Cómo te sentirías si tu marido te engaña con otra? Es posible que seas de las mujeres que, ciertamente, eso las trae sin cuidado. Pero aun así, ¿cómo te sentirías si traicionan tu confianza? No te hagas la mujer de hierro, a todo el mundo le afecta cuando le mienten y le engañan. A menos que sea un acto consensuado, pero no es el caso.
La pieza clave de todo el problema: Él
Si llegó a ti diciéndote: “mi mujer ya no me ama, no es la misma, nuestro matrimonio se acabó hace mucho tiempo”, “mi mujer es mala, me maltrata, ya entre nosotros no hay nada”, “hace mucho tiempo que no tenemos sexo y el amor se acabó”, “tranquila, terminaré mi matrimonio, pero vamos a esperar que los niños crezcan para no lastimarlos tanto”, “mi mujer también tiene otro hombre, lo que es igual no es trampa”, ¡ES UN MENTIROSO!
Te digo por qué es un GRAN mentiroso: porque a pesar de eso que te dice, todas las noches se acuesta con su mujer. Y en caso de que no lo haga todas las noches porque está contigo, ¿adivina qué? En esos momentos tú eres una junta o viaje de trabajo, una salida con amigos o con algún familiar. Nunca eres tú, siempre estás oculta, siempre estás en las sombras, siempre eres la otra, de la que nadie debe saber.
A estas alturas, mujer, no te pongas a creer en cuentos de camino. Si ese hombre casado fue capaz de engañar a su esposa, ¿cómo eres capaz de confiar en él? Una cosa es que se haya separado de ella y que todavía no llegue el divorcio. En ese caso, fino, no estás transgrediendo nada. Otra cosa, muy distinta, es que él siga estando con ella y que tú seas la amante, la otra.
A ver, si de verdad le va tan mal en su matrimonio, ¿por qué no se separa y ya? ¿Qué lo ata? ¿Los hijos? No te pongas a creer en eso. El que no es feliz en su matrimonio, lo termina y ya. No te pongas a creer en telenovelas baratas donde hay personas malas y mafiosas que tienen al hombre amenazado para que mantenga su compromiso. Tú no vives en una telenovela.
¿Sabes qué marca la diferencia? Un hombre honesto que se acerque a ti con todas las le da ley. En proceso de divorcio, separado de su ex mujer. En ese caso, nada debería perturbarte. Pero si se acercó a ti estando casado, ya es para que empieces a dudar de todas sus intenciones. De hecho, es muy probable que todo lo que te dice a ti, se lo diga a otras.
Cosas que debes saber si estás enamorada de un hombre casado
La crudita verdad: está casado con otra
Ya por ahí, hay mucho obstáculo. No importa la forma en que lo conociste, es una trampa de la vida. Es una situación peligrosa en la que tú puedes terminar amándolo perdidamente, mientras él no tiene planes de separarse de su esposa. ¿Quién sale perdiendo? Tú, como la propia tonta. ¿Te mereces eso? ¡Por supuesto que no! ¡Reacciona!
Tanto su esposa como tú, son víctimas. Él no tiene por qué estar engañándola ni por qué calentarle la oreja a otra. Date cuenta, eso habla muy mal de él. No es un buen hombre.
Sigue durmiendo con su esposa
Mientras tú estás sola en tu cama, con deseos de abrazarlo, él está con su esposa, teniendo sexo o haciendo cualquier otra cosa. Eso de que ya no tiene relaciones con su mujer, es una completa mentira. No te dejes engañar, ¿acaso tienes cinco años?
No es fácil tu situación
La gente te juzga. Es la verdad. Aunque no te importe el qué dirán, muy en el fondo te afectan las miradas escrutadoras y las etiquetas de mal gusto. Aunque tu mejor amiga te apoye, si es buena amiga, seguro te dirá lo mismo: desiste de esa relación, no trae nada bueno a tu vida.
Su esposa y sus hijos siempre serán primordiales
¿Qué esperabas? Eres la otra. Él será capaz de aplazar todos sus “planes” contigo si tiene que hacerlo. Más si te trata de su mujer o de sus hijos. ¿De verdad te gusta seguir siendo el plato de segunda mesa?
Cuidado y quedas embarazada…
Lo peor es que quedes embarazada de un hombre casado. Eso no te da seguridad de que se quede contigo. Al contrario, si fue capaz de engañar a su mujer, con toda seguridad te dejará sola con el muchachito. Te repito, querida, no estás en una telenovela. Sería chimbo que tu hijo crezca sin padre y sin ningún derecho.
Bajas probabilidades de que prospere la relación
Imaginemos un “mundo feliz” en el que, en efecto, el hombre deja a su esposa y se queda contigo. Te digo, siempre estará la sombra de ella, de los sentimientos de culpa por haber dejado a su familia. Además, créeme, cuando seas su nueva esposa, ¿quién te asegura que no te vaya a hacer lo mismo que a la otra? Una vez que dejes el puesto de la “amante”, recuerda que sigue quedando vacante.
La amante es un objeto de entretenimiento
Solo sexo y nada serio. Eso significa una relación de disfrute, de a ratos. De sí, pero no. Esa es la relación de la amante. El hombre quizá lo haga por aburrimiento, porque le gusta sentir la adrenalina de lo prohibido. Aun así, es incapaz de dejar a su mujer porque, dentro de todo, es a la que tiene segura.
Te estás cerrando los caminos tú misma
Hay más peces en el mar. No confundas amor con capricho. Si fuera verdadero amor, si ese hombre en serio te ama, no estaría haciéndote pasar por tantos dolores de cabeza. Si fuera un hombre de fiar, con los pantalones bien puestos, no se hubiera involucrado contigo antes de dar por terminado legalmente su matrimonio. No te encapriches con alguien que no vale la pena y que te trata como una cosa desechable.
Por más que tu papel como amante sea desde hace años, hay algo que no funciona y no te mereces las migajas. Valórate a ti misma. Reconoce que ese hombre no es para ti y aléjate. En caso de que la relación apenas comience, mejor para ti, tienes más chance de dejar todo hasta ahí, antes de que otras personas salgan lastimadas. Se requiere fuerza de voluntad, pero sí se puede lograr. Por supuesto, no te hagas una mártir, no te obsesiones (fácil decirlo, difícil hacerlo). Igual, no es el fin del mundo. Limpia tu karma y ábrete a nuevas y mejores posibilidades.