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Estoy enamorada de un hombre casado, ¿qué hago?

Estoy enamorada de un hombre casado, ¿qué hago?

Si estás enamorada de un hombre casado, ya sabes que pisaste un terreno nada estable. De entrada, estamos hablando de una relación tóxica que dice a gritos lo mal que puede terminar todo si no pisas freno: el tronco con el que te vas a estrellar es tan fuerte, que todos tus huesos pueden quedar fracturados.

Este post no es para juzgarte, bastante mal debes sentirte con el hecho de que ese hombre sea de otra. Ya todos sabemos que la sociedad censura este tipo de fijaciones. Sabemos las etiquetas horribles que les colocan a las mujeres que se enamoran de hombres prohibidos. ¿Ya qué?, a fin de cuentas, nadie manda en el corazón.

Viste al tipo, bello como ninguno, galán, todo en él te encanta, lo ves pasar y se te mueve el piso, cuando habla te derrites. Si es feo, pero te gusta, whatever, te gusta y ya. Vale, el problema es solo uno: está casado. La angustia aumenta si, además de casado, tiene hijos. Te sientes más culpable porque probablemente estés rompiendo un hogar.

A ver, ¿ya comenzaron la relación?

Importante este punto. Una cosa es que te guste un hombre casado. No hay nada malo en esto. Es normal sentirse atraída hacia un hombre que cumpla ciertas características. Está bien que te encante verlo, etc. Total, si no pasa de ahí, no estás perjudicando a nadie. El problemón viene si ya comenzaste la relación, si ya hubo un beso, si ya compartieron una o muchísimas noches. Ojo, hay mujeres a las que no les importa, en absoluto, “ser la otra”. Pero si tú estás aquí buscando consejos, es porque algo te golpea en la conciencia.

Lo primero: el que juega con fuego, se quema

Supongamos que lo tuyo es de ratico. Que quieres comer de ahí, pero sin llevarlo muy lejos. Vale, yo te aviso, amiga. ¡No te engañes! ¿De verdad solo quieres satisfacer tu ego y tu capricho? Mira que mientras más pienses así, más te atas a esa relación tóxica y, mientras más lejos lo lleves, más involucrada estás y más difícil se hará detenerlo. Admite que si te enamoraste, ya no hay vuelta atrás.

Lo segundo: empatía

Nada mejor que hacer un ejercicio de empatía. Ponte en los zapatos de todos los actores de la relación. A ver, imagina que eres la esposa. ¿Cómo te sentirías si tu marido te engaña con otra? Es posible que seas de las mujeres que, ciertamente, eso las trae sin cuidado. Pero aun así, ¿cómo te sentirías si traicionan tu confianza? No te hagas la mujer de hierro, a todo el mundo le afecta cuando le mienten y le engañan. A menos que sea un acto consensuado, pero no es el caso.

La pieza clave de todo el problema: Él

Si llegó a ti diciéndote: “mi mujer ya no me ama, no es la misma, nuestro matrimonio se acabó hace mucho tiempo”, “mi mujer es mala, me maltrata, ya entre nosotros no hay nada”, “hace mucho tiempo que no tenemos sexo y el amor se acabó”, “tranquila, terminaré mi matrimonio, pero vamos a esperar que los niños crezcan para no lastimarlos tanto”, “mi mujer también tiene otro hombre, lo que es igual no es trampa”, ¡ES UN MENTIROSO!

Te digo por qué es un GRAN mentiroso: porque a pesar de eso que te dice, todas las noches se acuesta con su mujer. Y en caso de que no lo haga todas las noches porque está contigo, ¿adivina qué? En esos momentos tú eres una junta o viaje de trabajo, una salida con amigos o con algún familiar. Nunca eres tú, siempre estás oculta, siempre estás en las sombras, siempre eres la otra, de la que nadie debe saber.

A estas alturas, mujer, no te pongas a creer en cuentos de camino. Si ese hombre casado fue capaz de engañar a su esposa, ¿cómo eres capaz de confiar en él? Una cosa es que se haya separado de ella y que todavía no llegue el divorcio. En ese caso, fino, no estás transgrediendo nada. Otra cosa, muy distinta, es que él siga estando con ella y que tú seas la amante, la otra.

A ver, si de verdad le va tan mal en su matrimonio, ¿por qué no se separa y ya? ¿Qué lo ata? ¿Los hijos? No te pongas a creer en eso. El que no es feliz en su matrimonio, lo termina y ya. No te pongas a creer en telenovelas baratas donde hay personas malas y mafiosas que tienen al hombre amenazado para que mantenga su compromiso. Tú no vives en una telenovela.

¿Sabes qué marca la diferencia? Un hombre honesto que se acerque a ti con todas las le da ley. En proceso de divorcio, separado de su ex mujer. En ese caso, nada debería perturbarte. Pero si se acercó a ti estando casado, ya es para que empieces a dudar de todas sus intenciones. De hecho, es muy probable que todo lo que te dice a ti, se lo diga a otras.

Cosas que debes saber si estás enamorada de un hombre casado

La crudita verdad: está casado con otra   

Ya por ahí, hay mucho obstáculo. No importa la forma en que lo conociste, es una trampa de la vida. Es una situación peligrosa en la que tú puedes terminar amándolo perdidamente, mientras él no tiene planes de separarse de su esposa. ¿Quién sale perdiendo? Tú, como la propia tonta. ¿Te mereces eso? ¡Por supuesto que no! ¡Reacciona!

Tanto su esposa como tú, son víctimas. Él no tiene por qué estar engañándola ni por qué calentarle la oreja a otra. Date cuenta, eso habla muy mal de él. No es un buen hombre.

Sigue durmiendo con su esposa

Mientras tú estás sola en tu cama, con deseos de abrazarlo, él está con su esposa, teniendo sexo o haciendo cualquier otra cosa. Eso de que ya no tiene relaciones con su mujer, es una completa mentira. No te dejes engañar, ¿acaso tienes cinco años?

No es fácil tu situación

La gente te juzga. Es la verdad. Aunque no te importe el qué dirán, muy en el fondo te afectan las miradas escrutadoras y las etiquetas de mal gusto. Aunque tu mejor amiga te apoye, si es buena amiga, seguro te dirá lo mismo: desiste de esa relación, no trae nada bueno a tu vida.

Su esposa y sus hijos siempre serán primordiales

¿Qué esperabas? Eres la otra. Él será capaz de aplazar todos sus “planes” contigo si tiene que hacerlo. Más si te trata de su mujer o de sus hijos. ¿De verdad te gusta seguir siendo el plato de segunda mesa?

Cuidado y quedas embarazada…

Lo peor es que quedes embarazada de un hombre casado. Eso no te da seguridad de que se quede contigo. Al contrario, si fue capaz de engañar a su mujer, con toda seguridad te dejará sola con el muchachito. Te repito, querida, no estás en una telenovela. Sería chimbo que tu hijo crezca sin padre y sin ningún derecho.

Bajas probabilidades de que prospere la relación

Imaginemos un “mundo feliz” en el que, en efecto, el hombre deja a su esposa y se queda contigo. Te digo, siempre estará la sombra de ella, de los sentimientos de culpa por haber dejado a su familia. Además, créeme, cuando seas su nueva esposa, ¿quién te asegura que no te vaya a hacer lo mismo que a la otra? Una vez que dejes el puesto de la “amante”, recuerda que sigue quedando vacante.

La amante es un objeto de entretenimiento

Solo sexo y nada serio. Eso significa una relación de disfrute, de a ratos. De sí, pero no. Esa es la relación de la amante. El hombre quizá lo haga por aburrimiento, porque le gusta sentir la adrenalina de lo prohibido. Aun así, es incapaz de dejar a su mujer porque, dentro de todo, es a la que tiene segura.

Te estás cerrando los caminos tú misma

Hay más peces en el mar. No confundas amor con capricho. Si fuera verdadero amor, si ese hombre en serio te ama, no estaría haciéndote pasar por tantos dolores de cabeza. Si fuera un hombre de fiar, con los pantalones bien puestos, no se hubiera involucrado contigo antes de dar por terminado legalmente su matrimonio. No te encapriches con alguien que no vale la pena y que te trata como una cosa desechable.

Por más que tu papel como amante sea desde hace años, hay algo que no funciona y no te mereces las migajas. Valórate a ti misma. Reconoce que ese hombre no es para ti y aléjate. En caso de que la relación apenas comience, mejor para ti, tienes más chance de dejar todo hasta ahí, antes de que otras personas salgan lastimadas. Se requiere fuerza de voluntad, pero sí se puede lograr. Por supuesto, no te hagas una mártir, no te obsesiones (fácil decirlo, difícil hacerlo). Igual, no es el fin del mundo. Limpia tu karma y ábrete a nuevas y mejores posibilidades.

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Amor asfixiante

Amor asfixiante y sus complicaciones en la pareja

¿Sientes que estás atrapada o atrapado en un amor asfixiante y ya no sabes qué hacer?


¡Te damos consejos para sobrellevar esta situación!

 

Cuando hablamos de relaciones de pareja, siempre tenemos que tener en cuenta lo que se debe buscar, es decir, una compenetración física y sentimental totalmente sana. Lastimosamente, por falta de educación, valores, conocimientos (y múltiples factores más), muchas veces cruzamos el límite de respeto hacia los demás y hacia nosotros mismos(as), y no nos damos cuenta de que estamos generando poca armonía, peleas innecesarias, estrés, ansiedad y ganas de tener el control de forma excesiva sobre nuestra pareja.

Basándonos en que las relaciones amorosas deben tener un vínculo fuerte y armonioso, en algunos casos (por no denominarlos los casos más comunes) algunos de los dos participantes de la relación destaca por tener una personalidad posesiva y muy tediosa de llevar. Esto lo generan celos irracionales e inseguridad que la persona usa como defensa ante situaciones comunes, empleando un reflejo propio de su ser que luego proyecta en el otro individuo, causando malestar en distintas ocasiones. Bien sabemos que, como seres humanos, nos gusta sentirnos celados de nuestra pareja, nos da un aire de satisfacción porque nos sentimos importantes, es válido poder tener este tipo de sensaciones. Pero no podemos engañarnos pensando que los celos excesivos son gratos y necesarios PORQUE NO LO SON, afectan y dejan marcas que pueden volverse cicatrices si no se tratan a tiempo.

La sinceridad debe ser un punto poderoso en una relación. Muchas personas no saben ir directo al grano, es decir, prefieren señalar y tomar una actitud inapropiada antes de preguntar, se adelantan a hacer señalizaciones casi siempre equivocadas, tomando sus propias conclusiones y creando huecos mentales en donde se supone debe haber un puente que conduzca a una comunicación plena.

Razones por las que algunas parejas son asfixiantes

Existen distintos temas que pueden abordarse, como por lo menos:

La inseguridad

Es la falta de seguridad que se presenta en una persona, esto se debe a vivencias, momentos específicos, incluso por ciertos aspectos sociales, también por sus características mentales y físicas.

La baja autoestima

Esto se define como aquella dificultad interna que tiene la persona, le cuesta sentirse valiosa en lo profundo de sí misma, y por ende no siente capacidad de ser querida por los demás.

La educación

Crecer en una familia que no se constituyó de valores positivos, fuertes y bien forjados, afecta el sistema sentimental de una persona, dejándola vacía en distintos aspectos y haciendo que dichos vacíos afecten su entorno.

 

Síntomas de un amor asfixiante

Logra hacerte sentir culpa por cosas que no deberías

De repente, tu pareja se enoja de forma exagerada porque vas a una reunión con tu círculo de amigos, y te hace sentir mal por no compartir con ella (por más de que compartan todos los días, por ejemplo).

Tu pareja no es capaz de que te relaciones con nadie más (de una manera no amorosa)

Por ejemplo, te cela de familiares y amigos muy cercanos, por el hecho de que no soporta que en un momento de tu vida, no sea tu prioridad. Es decir, en términos generales, te trata como si fueras de su propiedad.

Busca controlarte en todo sentido

Formas de vestir, maneras de comportante. Quiere conocer cuánto dinero manejas en tus cuentas personales, en qué momento te trasladas de un lugar a otro, todo esto de una forma exorbitante.

Renuncias a las cosas que te gusta hacer

Te has encontrado con el hecho de renunciar a muchas cosas, ya que si tu pareja se irrita por querer hacer algo que te gusta (o que sencillamente quieres hacer), prefieres evitar algún tipo de discusión con ella limitándote a hacerle feliz de alguna manera.

Las discusiones son frecuentes

Y normalmente las empieza la otra persona, además se desarrollan por cosas insignificantes, desde quién dejo la luz del baño prendida, o hasta por visualizar una imagen de Internet.

Vives en un estrés constante

Te irrita muchas veces la presencia de tu pareja, estás siempre a la defensiva y has notado que el apoyo que se necesita al consolidar algo tan bonito como una relación, es nula o insuficiente, es decir, no llena tus expectativas.

No hay control emocional de las dos partes

La relación está marcada por constantes altibajos, por cambios bruscos que van desde la felicidad hasta una rotunda tristeza en un abrir y cerrar de ojos.

Consejos para salvar tu relación

Ya conoces ciertas definiciones y seguramente estás corroborando si tu pareja presenta estos síntomas. Ahora te traigo unos consejos que pudieran ser útiles si quieres salvar tu relación:

Comprometerse a arreglar el conjunto de situaciones que tanto les afecta

Se debe estar consciente de que se necesita tiempo y esfuerzo para arreglar las cosas. ¿No has escuchado la expresión de subir “peldaño por peldaño”? Eso esto es una gran verdad y es súper importante, ya que al buscar resolver los problemas, es necesario que se encuentre latente el querer mantener la relación estable, hacerlo con dedicación y PACIENCIA. Poco a poco verás resultados si ambos ponen de su parte. Recuerda que un bebé antes de caminar, aprende a gatear. Toma ese ejemplo en tus relaciones interpersonales y tendrás una idea de cómo trabajar en ser paciente.

Analiza tu interior y delimita si necesitas esa relación

Se debe tener consciencia y humildad para analizar qué ha pasado, y para reconocer tus propias faltas ante la actitud asfixiante de tu pareja, debido a que por más toxica que se ha vuelto la persona, no es la única que ha fallado, una relación es de dos. Luego de esto, busca dentro de ti una balanza, qué ganas y qué pierdes al separarte o seguir con tu pareja. Puede ser todo un reto, pero es un gran paso que debes tomar si quieres arreglar tu relación.

Habla con tu pareja de manera respetuosa y seria

Para hacer esto, debes elegir el momento ideal para hablar de los problemas del amor, tiene que ser en un lugar donde tú y tu pareja estén relajados y se sientan en confianza, ya que solo así podrá ser productiva esta charla. Una vez que hayas encontrado el momento, debes explicarle cómo te sientes, escuchar lo que la persona tenga que decir, realizando un debate maduro. A su vez, debes enseñarle las posibles maneras de mejorar en todo sentido ya que tú eres la persona más afectada que ve todo desde un punto distinto. No olvides comportarte de manera sincera y relajada.

No está de más buscar ayuda profesional si es necesario

Hay relaciones que se ven sumidas en problemas muy complejos. Por ejemplo, si existen problemas emocionales y de personalidades, debe tratarse con un profesional, ya que en este caso se va de las manos. Una relación sentimental requiere cariño, lealtad y dedicación para repararse.

Se debe olvidar el pasado de parte de ambos

Se debe mirar hacia adelante, no hay por qué desenterrar el pasado si se busca arreglar una relación y perdonar a tu pareja porque la quieres y necesitas que tu relación sea sana. Perdónate, perdónala y sigan adelante con los consejos y lecciones que se le han dado.

Para conocer más información te dejo un video educativo, realizado por Cesar Lozano, reconocido Doctor Mexicano, creador de muchísimos libros de autoayuda, y especializado en salud mental:

 

¿Qué hacer si tú eres la persona obsesiva y asfixiante dentro de tu relación?

Hasta ahora hemos tratado el tema desde la visión de una persona afectada por una pareja muy dominante, pero si estas presentando este tipo de situación y eres la persona que causa malestar con tus actitudes posesivas, debes hacerte a ti mismo(a) algunas preguntas y contestarlas de una forma sincera, te ayudarán a encontrar la raíz del problema y hacérselo entender a tu compañero(a):

  • ¿Realmente qué siento cuando mi pareja sale a disfrutar con sus amistades sin mí? ¿Serán celos, desconfianza, envidia, miedo?
  • ¿Qué motivo tengo para de un modo asfixiante? ¿Malas situaciones con una relación pasada? ¿Jugaron con mis sentimientos? ¿Siento que todas las personas son iguales en cuanto al grado de deslealtad y egoísmo se refiere?
  • ¿Cómo actuaría si yo estuviera en los zapatos de mi pareja? ¿Me molestaría, o haría caso total de sus deseos y me encerraría en mi mundo amoroso con esta persona?
  • ¿Qué debo hacer antes de empezar una batalla campal? ¿Respirar hondo y explicar lo que he definido dentro de mí y el por qué hago este tipo cosas? ¿O simplemente no me importaría nada, total, mi pareja debe tolerar y aceptar cada objeción que yo expongo?
  • ¿Realmente estoy haciendo bien montando escenas dramáticas que sé que no son innecesarias? ¿Tengo la fuerza dentro de mí para hacer que exista paz entre ambos y lleguemos a tener una conversación madura y apacible?

Una vez que te hayas hecho estas u otras preguntas personales referentes a tu manera de actuar, debes exponerle a tu pareja tus sentimientos, sin miedos, sin tabúes, pero con mucho respeto. No siempre encontrarás respuestas que te llenen de tranquilidad, puesto que hay distintos puntos de vista, pero se gana mucho intentando redimirnos y más si queremos salvar una relación.

Es sumamente importante que dejes hablar a tu pareja, que la dejes expresarse, así como es importante que si tu pareja te hace preguntas (así sean un tanto personales), las respondas de la mejor manera, sin remordimientos, sin penas. Recuerda que estás enfrentándote y mostrándote ante una persona que valoras, no puedes recaer en inseguridades, porque para ganar todo, muchas veces hay que dar todo.

Con todos estos puntos expuestos, queremos que conozcas todo lo que acarrea y en lo que se convierte una relación con amor asfixiante. Pero de igual manera, recuerda que siempre QUERER ES PODER, no te sumas en una desdicha y en confrontaciones que no tienen sentido. La vida nos da muchísimos ejemplos de cómo seguir adelante, como las hormigas, que a pesar de ser pequeñas trabajan en conjunto y realizan la mejor y más organizada sobrevivencia para subsistir. TÚ puedes hacer lo que esté en tus manos para cambiar y liberarte, para ser uno contigo y poder estar en sincronía con las personas que tanto estimas y necesitas a tu lado.

Recuerda, si en verdad está de parte de ambos individuos arreglar una situación irregular constante, con optimismo y dedicación se puede sacar la mejor partida y no alejarte de la persona que tanto quieres.

Con todo y esto, hay cosas que debes tener en cuenta, si no se arregla la situación por alguna razón recuerda que debes saber dejar ir, mantener una balanza. No todas las personas que se cruzan en nuestras vidas estarán por un largo período, nunca olvides aprender, superar, perdonar, y seguir en movimiento. ¡No eres un árbol! Tienes pies y puedes buscar tu camino sin mirar atrás, obteniendo una mejor versión de ti.

 

ver pornografía en pareja

Efectos de ver pornografía cuando se está en una relación de pareja

Hay muchas mujeres que se ofenden cuando pillan a su novio o a su marido viendo pornografía. Pero, vamos, ¿acaso tú no disfrutaste leyendo las Cincuenta sombras de Grey? No hay mucha diferencia en ver pornografía y leerla, lo que pasa es que los hombres son más señalados cuando ven este tipo de cosas. Además, hay mujeres que disfrutan igual o más que los hombres viendo porno, ¿o no? Por eso en este post te mostraré los efectos de ver pornografía cuando se está en una relación de pareja.

Eso de que todos los hombres ven pornografía no es del todo cierto. Tampoco es cierto que las mujeres son santas y evitan ver porno. Lo que sí es cierto es que muchas mujeres se molestan demasiado cuando ven que su pareja está viendo porno y se masturba. De hecho, esta situación ha sido causa de divorcios en varios matrimonios.

Algunas mujeres piensan que su esposo o su novio comete un acto de infidelidad si se masturba viendo pornografía. Por otro lado, hay parejas cuya relación es muy abierta y ambos disfrutan de ver juntos videos eróticos porque les estimula la imaginación y el deseo.

Por supuesto, la aversión que existe hacia la pornografía es producto de creencias culturales moralistas muy arraigadas en la sociedad. Aun así, no hay que negar que el mal uso que se hace de la porno puede llegar incluso a ser móvil de actos de violencia sexual, puede llegar a ser tan perverso como cuando se cometen abusos a mujeres y niños. De hecho, la pornografía infantil es un delito.

Pero volviendo al tema, profesionales afirman que la pornografía, como todo, tiene aspectos positivos y negativos dentro de la pareja. La psicóloga y sexóloga Esther Fuentes de Diego (Grupo Madrid Olliveros) señala que diversos estudios confirman que este tipo de material se puede sumar a los elementos que estimulan y enriquecen una relación de pareja. Veamos cuáles son esos beneficios.

Lo positivo de ver pornografía en pareja

  • Tienden a tener relaciones sexuales más satisfactorias debido al nivel de honestidad y comunicación.
  • Las imágenes eróticas les da nuevas ideas de posiciones sexuales para realizar en pareja, rompe la monotonía, enriquece sus fantasías, aumenta la intimidad, amplía la imaginación y potencia el deseo sexual.
  • Ambos saben que están frente a un estímulo diferente y que la causa de la excitación no necesariamente son los cuerpos de los actores, sino el acto sexual en sí mismo. Por eso, cuando ambos ven pornografía en pareja, se mentalizan en que no están ante un acto de infidelidad, pues juntos están disfrutando de su sexualidad.
  • Ambos aprenden y experimentan juntos.

Lo negativo de ver material pornográfico cuando se está en pareja

Usualmente, el acto negativo es visto como tal cuando un solo miembro de la relación ve pornografía ocultándose de su pareja.

  • Genera expectativas poco realistas de desempeño sexual. Cuando la pornografía se ve en exceso, hace que los hombres o las mujeres dejen de sentir atracción hacia su pareja porque desean que estén tan fornidos y esbeltos como los actores. Al mismo tiempo, el hombre o la mujer se sienten reducidos por creer que su desempeño en la cama no es tan bueno como el de los actores. Esto genera un quiebre en la autoestima, haciendo que uno o ambos en la relación se vean poca cosa.
  • Produce inseguridad y frustración.
  • Hay menor satisfacción sexual y menor nivel de complicidad entre la los miembros de la pareja.
  • Si el hombre o la mujer ve pornografía en exceso sin la compañía de la otra persona, puede haber situaciones en las que no quieran tener sexo con su pareja, debido a que disfrutan más estar en la clandestinidad dándose placer mientras ven videos eróticos. Es decir, la libido disminuye y ya no se sienten atraídos hacia su pareja, lo cual es bastante grave.
  • Cuando una de las partes de la relación se esconde a ver pornografía, genera desconfianza en su pareja. La pareja comienza a tomarlo como un acto de traición y como una persona capaz de ocultar mentiras aún mayores.
  • Es una puerta de entrada a la infidelidad. Los hombres llegan a pensar que pagando por sexo, lograrán satisfacer sus fantasías, ideadas por la pornografía que ven.

Como todo en exceso es perjudicial, traspasar los límites de lo saludable puede llevar a este tipo de complicaciones. Solo los que disfrutan viendo porno es porque lo hacen con poca frecuencia, muy de vez en cuando, únicamente para enriquecer su experiencia sexual y no como una sustitución de la misma. Se trata de personas con mente abierta, pero al mismo tiempo lo suficientemente madura para establecer límites.

¿Cómo saber que tu pareja es adicta a la pornografía?

Hay ciertas señales que te permiten saber si tu novio (o novia) está obsesionado con el material pornográfico. A saber:

  • Te trata como un objeto en la cama (si es que todavía tiene sexo contigo). Solo te ve como un cuerpo de placer, y una vez que sus deseos se ven satisfechos, te ignora por completo y se sumerge, de nuevo, en el mundo de la pornografía.
  • Comienza a compararte con las actrices porno.
  • Se muestra egoísta en la cama. Solo quiere que tú le des placer, pero él no hace el intento de estimularte.
  • En el peor de los casos, se deteriora tu vida sexual. Ya tu pareja ni te toca ni te busca. Lo único que hace es masturbarse viendo pornografía.
  • Cuando logras pillarlo viendo pornografía, notas que tiene erecciones y orgasmos. Pero cuando intenta hacerlo contigo, es todo lo contrario, no responde de igual manera, no se excita.
  • Se muestra estresado y ansioso cuando no ve material pornográfico.

 

Si detectas estas señales en tu pareja (o tú las tienes) deberías recomendarle ir a un psicólogo. Ambos deberían ir, de hecho. Es importante que sepas que, el hecho de que vea pornografía 24/7, no siempre significa que tu pareja ya no te ama. Por eso es importante asistir a terapia para detectar cuándo se trata de una actividad patológica y cuándo no.

 

 

Relaciones tóxicas

Relaciones tóxicas y cómo salir de ellas

El falso amor ciega. Muchas veces no nos damos cuenta porque nos encontramos nadando dentro de una burbuja repleta de ilusiones, que al final se traducen en mentiras. Así son las relaciones tóxicas (de pareja, de amistad, laborales, familiares, etc.), aquellas donde alguna de las partes resulta afectada psicológica o físicamente. Es fácil saber si estás dentro de una relación tóxica: por más que quieres abandonarla, porque sabes que no eres feliz del todo, no puedes o te cuesta mucho ponerle fin.

Si una relación no te hace sentir plena de felicidad, placer y bienestar, entonces no vale la pena. En las relaciones tóxicas siempre hay una víctima y un victimario. La víctima suele sentirse triste, infeliz y ansiosa cada vez que está al lado de su pareja, lo cual significa un profundo desgaste emocional que va debilitando y marchitando poco a poco a la persona.

La víctima, como sabe lo que le enoja a su pareja (casi todo, de hecho) suele callarse sus opiniones o sus sentimientos para no molestarlo (o molestarla). Sabe que, aunque esté diciendo la verdad, será censurada o lastimada por su pareja, que siempre está a la defensiva y no permite que nadie le lleve la contraria.

Por supuesto, este asunto no tiene género. Puede afectar tanto a la mujer como al hombre, dependiendo de la relación. Hay parejas donde la mujer es quien maltrata a su compañero; así como también hay parejas donde el hombre es quien maltrata a su compañera. Sea como sea, se trata de un problema que se debe solucionar lo más pronto posible hasta que, en el peor de los casos, ocurra una tragedia.

Rasgos que caracterizan a las personas que mantienen relaciones tóxicas

Como estamos hablando de algo lamentablemente muy común en algunas relaciones, las personas que mantienen relaciones tóxicas son muy parecidas en los siguientes aspectos:

Baja autoestima

Cuando alguien tiene problemas consigo mismo, mantiene esos mismos problemas con los demás. Como quien dice, el amor empieza desde adentro, y si la persona no se quiere a sí misma, terminará en los brazos del sujeto equivocado, debido a que se infravalora y cree que no es merecedor o merecedora de algo mejor. Este perfil el que suele tener la “víctima” de la relación.

Dependencia emocional

Tiene mucho que ver con la baja autoestima. Las personas que sufren de dependencia emocional son aquellas que se sienten vacías por dentro y que constantemente necesitan a alguien a su lado para sentirse queridas y valoradas, aunque no sientan amor en absoluto. Demandan atención de forma adictiva, son personas posesivas, celosas en extremo y muy dominantes (aunque, bueno, los más sumisos también pueden ser dependientes emocionales). Tienen miedo a quedarse solas y su “amor” pasa a convertirse en sufrimiento para ambas partes de la pareja. Este perfil es el que suele tener el “victimario” de la relación.

Causas de una relación tóxica

Aunque no lo creas, el amor romántico tradicional es la principal causa de violencia psicológica -y física- dentro de una relación de pareja. La percepción errónea que tenemos del amor podría llevarnos a caer en una relación tóxica sin darnos cuenta, ya que ciertos elementos, que te voy a describir a continuación, suelen ser aceptados culturalmente porque es lo que los medios siempre nos han vendido como “buen amor”.

El amor romántico es ese que nos mostraron en los cuentos de hadas, con el “vivieron felices para siempre”, donde ningún defecto es aceptado y donde no se muestra la “edificación” necesaria que un amor verdadero y saludable supone.

El amor romántico se caracteriza por lo siguiente:

Amor a primera vista

Superficial, llega por los ojos y ahí se queda. Con que la persona sea guapa físicamente y sintamos atracción, ya lo vemos como amor eterno sin importar su personalidad o sus sentimientos. De hecho, vemos a la persona como un trofeo, como una cosa con la que paseamos y seremos bien vistos ante el mundo por llevar semejante “accesorio” con nosotros. Suena feo, sí, pero es lo que suelen significar esos amores llevados únicamente por el atractivo.

Los celos son bienvenidos para hospedarse en la relación

Son, de hecho, una muestra de amor verdadero. Supuestamente, con los celos estás demostrando que amas a tu pareja; o tu misma puedes caer en el error de que si te cela enfermizamente es porque te ama.

Ahora, pongamos los puntos sobre las íes. Es normal que los seres humanos sintamos celos. En sí, los celos no son el problema, sino la manera en que los resolvemos. Me explico, puedes ponerte celosa o celoso por alguna razón, pero lo inaceptable es que caigas en la actitud de tratar mal a tu pareja y lastimarla, por culpa de unos estúpidos celos. Si hay algo que nos resulta incómodo, hay que hablarlo de la forma más calmada posible. No es normal que te celen (o celes) porque algún otro miembro de la familia pasa tiempo con tu pareja, tampoco es bueno que incurras en prohibirle cosas o andar como un detective a sus espaldas.

Actitud posesiva

Con el amor romántico también adoptamos una actitud posesiva (producto de los celos) que hace imposible mantener una relación saludable. Se entiende a la pareja como una propiedad privada, y eso es enfermizo.

Aislamiento

Está esa falsa idea de que para amarse hay que alejarse del mundo, de la familia, de los amigos, y entregarse por completo a la pareja. Es decir, esclavizarse en una relación, amarrarse con cadenas el uno al otro, hasta ver quién peca primero.

Falso final feliz

Ese final tipo película cuyo broche de oro es la boda. Las personas piensan que con casarse ya lo tienen todo ganado, y que eso les garantizará la felicidad por el resto de la vida. Lo cierto es que el amor verdadero se construye todos los días, aún más cuando la pareja está casada, pues es cuando suele conocerse mucho mejor a la otra persona.

¿Cómo saber si estamos siendo maltratados psicológicamente por nuestra pareja?

Relaciones tóxicas

Las relaciones tóxicas pueden incluir maltrato físico, pero eso se reconoce fácilmente: un solo golpe lo dice todo. Ahora, saber si estás bajo la manipulación de tu compañero o compañera es un poquito más difícil. Las siguientes señales te indican que estás sufriendo abuso psicológico por parte de tu pareja:

  • Tu pareja se burla de ti en público. Se aprovecha de lo que sabe de ti, tus secretos más profundos, para ridiculizarte en cualquier momento.
  • Se molesta si te enojas por su burla hacia ti, pues dice que lo hace solo en “broma”. No olvides que cuando no hay respeto, la relación ya se fue a pique.
  • Eres excesivamente complaciente con tu pareja, incluso cuando debes hacer cosas que van contra tu moral y tus principios.
  • Te compara con otras personas o ex parejas… Outch!
  • Tu pareja minimiza tus logros, juzga siempre lo que haces y no valora absolutamente nada de lo que haces para mantenerle feliz.
  • Te da miedo hablarle, contradecirle, o simplemente expresar tus incomodidades. Temes que se altere demasiado y te haga daño.
  • Accedes a tener sexo aunque no lo desees.
  • Siempre te sientes triste.
  • Piensas que debes ser flexible y calarte todo su maltrato porque crees que te ama.
  • A veces te amenaza con separarse de ti o suicidarse…

Perfil del abusador (o abusadora)

  • Luz para la calle y oscuridad para la casa. Es una persona carismática con las otras personas, pero contigo se porta de los mil demonios.
  • No acepta críticas. Piensa que su opinión es la única que importa y la única que está en lo correcto.
  • Se victimiza y toda la culpa te la echa a ti.
  • Hace promesas que no cumple.
  • Nunca se disculpa cuando te ofende. De hecho, se molesta si tú te molestas por su ofensa y eres tú quien debe disculparse…
  • No siente empatía por ti, y no busca hacer el esfuerzo por ponerse en tus zapatos.
  • No le importas, y lo demuestra. Tú sabes que no le importas.

¿Por qué a veces resulta tan difícil salir de una relación tóxica?

Simple, porque en el nombre del “amor” todavía tienes las esperanzas puestas en la relación, aun cuando sabes que no tiene remedio. Por lo general, las razones son las siguientes:

  • Piensas que tu pareja puede cambiar con el tiempo. Piensas que, aunque te humille y te maltrate, te sigue amando. ¿De verdad crees que el amor se trata de violencia? Wake up!
  • Sientes que no te mereces algo mejor que él o ella.
  • Tienes miedo a la soledad, por eso te cuesta abandonar una relación enfermiza. El típico “pégame, pero no me dejes”.
  • Temes que, al irte, tu pareja te persiga y te haga daño. Incluso te da miedo que sea capaz de matarte o suicidarse. Si tienes ese temor, es porque sabes que es capaz de hacerlo…

¿Cómo salir de una relación tóxica?

Si ya sabes que esa relación te está haciendo daño mentalmente, debes dar el primer paso y tomar la decisión de alejarte. Aquí te doy algunos consejos:

  • Reconoce que tu pareja no te valora, que la relación ya está contaminada por actitudes dañinas.
  • Busca ayuda. Puedes recurrir a un buen amigo o amiga que te tienda una mano. Si ves que es muy necesario, ve a un psicólogo, te sentirás mucho mejor contigo y con tus decisiones. Necesitas a alguien para desahogarte y sacar ese nudo que tanto te aprieta el pecho.
  • Decídete a salir de ese bucle violento y venenoso. Mantente siempre firme y no mires para atrás. Que nada doblegue tu decisión, este es un paso de amor propio, esencial para sanar las heridas.
  • Descúbrete y reconquístate. Date un tiempo a solas, lo necesitas. No corras a los brazos de otra pareja, porque no es lo ideal. Tienes que sacar toda la mala energía que tu antigua relación dejó en ti, para poder abrirte de nuevo al amor, ya con una actitud más serena y reconfortada.

Recuerda que “aceptamos el amor que creemos merecer”. El cambio comienza en ti, y si tú no te amas, nadie más lo hará. Renuncia al abuso de cualquier tipo, ninguna persona merece ser maltratada, mucho menos con la excusa de un falso amor. No estás sola, no estás solo, siempre es posible salir del lugar que te contamina y te empequeñece. Sal de donde no te quieren.

 

Se acaba el amor

Del encanto a la desilusión: ¿por qué se acaba el amor?

Enamorarse es una de las experiencias humanas más gratas, genera sensación de plenitud y optimismo. Los expertos aseguran que esta primera etapa del amor suele durar un máximo de tres años, que una vez superados permiten a los amantes verse como son, sin ilusiones. Después del enamoramiento las endorfinas bajan nuevamente a su nivel regular y la pareja toma consciencia de si es posible o no continuar la relación. Muchas se fortalecen mientras otras se separan al sentir que se acaba el amor.

En ambos casos conviene advertir la diferencia entre el enamoramiento (esa primera etapa de atracción apasionada) y el amor, la capacidad de mantener sentimientos profundos hacia el otro, aceptar sus luces y sombras, tener ganas de compartir proyectos y verlo como alguien especial, aunque no perfecto.

La falta de entusiasmo y ganas de conquistar al otro, la molestia constante por lo que hace o dice, la disminución de la atracción y la preferencia a estar sin la compañía de la pareja presagian el fin del acuerdo. Pero, ¿cuáles son las razones principales por las cuales se acaba el amor? Un estudio de la Universidad de Western, en Canadá, determinó que los motivos más frecuentes por los cuales las mujeres dejan de amar a sus esposos son: la falta de higiene, la pereza y la poca estabilidad económica; por su parte, los hombres se mantuvieron reacios a continuar con compañeras sin un buen sentido del humor, con las cuales no había confianza ni una relación íntima satisfactoria.

Detengámonos en estas y otras razones por las que se acaba el amor:

Comunicación

Uno de los pilares que sostiene la relación es la comunicación, el decirle al otro lo que sientes, ser receptivo para escuchar lo que le sucede y comprenderlo. Conversar permite que la relación se pueda replantear y adaptar a las nuevas necesidades surgidas con el paso del tiempo. La mayor parte de los problemas de pareja vienen dados por una mala comunicación, bien sea porque los miembros no se hablan o porque al hacerlo solo se insultan. Al no comunicarse terminan aislados el uno del otro.

Confianza

No se puede tener una relación con una persona en la que no se confía. La confianza en el otro es lo que permite la entrega sin medidas, con la certeza de no ser lastimados. Cuando ésta no existe la pareja tiende a discutir constantemente, el amor se debilita, se pierde el interés en compartir aficiones y espacios de intimidad, en fin, el futuro de la relación se torna incierto.

Compromiso

Surge una vez superada la etapa de enamoramiento, cuando los amantes se ven tal cual son y la verdadera relación de pareja comienza. En este punto cada uno está dispuesto a acoplarse al otro, hacerse cargo de la relación, adaptarse al proyecto de vida en común. Si esto no está dado en la misma medida por ambos miembros de la pareja, el amor se resquebraja porque se rompen las alianzas, la lealtad y la seguridad.

Conformismo

La falta de planes a futuro y la ambición de superarse es uno de los aniquiladores del amor. Nadie quiere estar con alguien carente de visión y curiosidad por la vida porque con una persona así es muy cuesta arriba enfrentar las dificultades cotidianas. La poca vitalidad es una de las razones más frecuentes de abandono de la pareja.

Se acaba el amor

Peleas

Si bien las discusiones de pareja son normales e incluso saludables, hacer de la vida en común un campo de batalla termina por hartar a ambos. Las peleas arruinan el equilibrio y la armonía, además con el tiempo el cerebro registra esos desagradables momentos y los recupera con cualquier estímulo, lo cual hace que ante un mínimo comentario inicie una nueva guerra campal.

Las relaciones son para disfrutarlas, aunque no pueden evitarse las diferencias ni disgustos, conviene abordarlos con mucho humor para no desgastar la relación con pleitos sin sentido; piensa si eso que te está molestando tanto hoy seguirá siendo un problema mañana, de no serlo deja de aferrarte, a veces perdiendo también se gana.

Romanticismo

Aunque las estadísticas señalan que para el hombre las muestras de sentimientos son menos importantes que para las mujeres, muchos de ellos llegan a ser más detallistas que sus compañeras. Expresarle a la pareja con gestos, palabras y detalles lo mucho que se le ama ayudará a reforzar la sensación de plenitud, recordará los primeros años de relación y seguramente las razones por las cuales se enamoraron. No hay que subestimar las muestras de afecto, son imprescindibles para mantener la unión. Por el contrario, una relación sin romanticismo se tornará monótona y distante.

Sexo

Una de las claves para que las relaciones perduren es mantener encendida la pasión. El sexo es indispensable para toda pareja, debido a que ayuda a consolidar la conexión física y emocional, además de influir en el entendimiento y la estabilidad de ambos. Sorprender al otro y preservar un espacio destinado al erotismo ayudará a mantener el deseo con el paso de los años. El desgaste de las relaciones sexuales termina por afectar el amor de la pareja, genera grandes problemas de comunicación e inhibe la experiencia del placer, tan importante para la salud del cuerpo y el alma.

La llegada de los hijos a veces pone en peligro el amor, debido a que la pareja tiene menos tiempo para la intimidad; ante esto es bueno asumir, con toda la paciencia que requiere el caso, que se trata de una nueva etapa y desde allí buscar tiempo para compartir a solas.

Higiene

Los hábitos al bañarse, cepillarse y cambiarse la ropa, sobre todo la interior, pueden ser una molestia para la pareja si uno de los dos siente que el otro no se asea tanto como él quisiera. Aunque estos pequeños detalles deben advertirse desde el principio de la relación, si aparecen una vez establecida la convivencia conviene discutirlos con mucha sutileza y respeto. La intolerancia con respecto a la higiene del compañero no es un aspecto menor sino una de las razones más frecuentes por las cuales el amor se acaba y la pareja se separa.

Se acaba el amor

Amigos y familiares

Otro de los aniquiladores del amor es la mala relación de uno de los miembros de la pareja con los amigos o familiares del otro. Vivir en pareja no significa aislarse del resto del mundo, tampoco privar al compañero de la felicidad de compartir con sus seres queridos. Aunque una persona no quiera a la familia de su cónyuge, la mayor muestra de amor que puede darle es aprender a respetarla y compartir con ella. Prohibirle este contacto es tan absurdo y egoísta que si se analiza con inteligencia se advertirá que no vale la pena siquiera intentarlo. Hay que recordar que ninguna pareja sobrevive si no se siente cómoda y libre.

Distancia

Aunque las parejas a distancia pueden fortalecer su amor porque hacen más esfuerzos para comunicarse e intimar, no deja de ser cierto que este tipo de relación no funciona para todo el mundo. La poca frecuencia de los encuentros, la ansiedad que genera no verse y la falta de contacto físico hacen que el sentimiento se extinga, eso sin contar que puede quedar la duda de si realmente se logró conocer ese lado genuino del otro y no solo su mejor versión, lo que podría hacer que incluso la existencia del amor quede en duda.

Infidelidad

La mayor parte de individuos ante una experiencia de infidelidad terminan separándose de la pareja, sienten que la lealtad se ha perdido, que han sido traicionados y que aunque con el tiempo logren perdonar al compañero, los daños son irreparables y esa persona se convierte en alguien poco conveniente para amar. No es casual que la infidelidad sea la primera causa de divorcio en el mundo, sin duda es un problema muy difícil de sobrellevar.

El amor no implica la falta de atracción por otras personas sino la voluntad de no romper el lazo con quien se tiene un proyecto de vida en común. La psicóloga Anabel López sostiene que hay que distinguir si esa atracción repentina no es más que una exaltación pasajera que podría dinamitar la relación para tomar la decisión más responsable y acertada a mediano y largo plazo.

Autoengaño

No es posible amar a los demás sin amarse a sí mismo primero. El amor personal comienza en la infancia con las lecciones de la familia, es allí donde se aprende la autovaloración a partir del ejemplo de los padres. En esta etapa cada individuo se forma un concepto de sí mismo, experimenta el amor a partir de las reacciones, muestras de cariño, contacto con el entorno, molestias, etc.

La psicóloga María Guerrero explica que en la adultez cada quien elige alguien con quien mantener el rol aprendido en la infancia y allí puede surgir un problema: si las necesidades básicas no están cubiertas, se asume que no son importantes, la persona comienza a sentirse incapaz de ser amada y en consecuencia dependiente del afecto de los demás. Esta dependencia no es más que la ignorancia de la propia dignidad de ser amados, el cual resulta letal para el amor. Al demandar desesperadamente el cariño de los demás una persona no puede desarrollar al máximo su capacidad de amar.

El especialista en pareja, Walter Riso, afirma que amar es la experiencia de la abundancia interior convertida en complicidad, de ningún modo supone tratar de llenar un vacío con el compañero.

Es bien sabido que el amor hay que cultivarlo y para ello se requiere trabajar la relación, renovarla, resolver los conflictos y negociar permanentemente. Con práctica se aprende a amar, aunque nunca está de más buscar herramientas especializadas para advertir los errores en los que se reincide y mejorar. Ignorar lo que sucede es evadir el trabajo del amor y sin eso no hay sentimiento que se mantenga.

La célebre terapista Louise Hay subrayaba que los sentimientos surgen como consecuencia de las actitudes y comportamientos amorosos porque amar es una responsabilidad que requiere desarrollar conductas sanas de manera proactiva. Las parejas funcionan mejor en la medida en que comparten principios y valores, cada uno se hace cargo de sí mismo psicológica y físicamente, ambos son independientes emocionalmente, valoran a aquel con quien comparten la vida y edifican una vivencia constructiva. En eso consiste el trabajo del amor, la clave para que el sentimiento sobreviva y no se acabe el amor.

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Máquina de sexo

Mi esposo es una máquina del sexo, ¿qué hacer?

El sexo es uno de los elementos más importantes para la pareja, sin él la relación no funciona, pues la intimidad es lo que nos permite aproximarnos al otro, conocerlo profundamente y crear vínculos. Es habitual que uno de los dos tenga un nivel sexual más alto, de hecho es muy raro que ambas libidos sean iguales. Ahora bien, ¿qué pasa cuando las ganas de nuestro esposo superan con creces las nuestras, cuando su frecuencia sexual es mucho mayor? Es común calificarlo con cierta gracia como una máquina del sexo; sin embargo, aunque socialmente genere comentarios de picardía la verdad es que puede resultar agotador física y mentalmente no lograr el equilibrio necesario para que ambos estemos satisfechos.

¿Qué hacer si nuestro esposo es una máquina del sexo?

Frecuencia normal

Lo primero que debemos entender es que no existe una frecuencia “normal” para tener sexo, cada pareja identifica la suya con el tiempo y en función de su realidad, por lo que a veces solemos considerar que la frecuencia es abrumadora más por los prejuicios que traemos que porque en realidad tengamos poco deseo sexual. Ante esto es vital reflexionar, observar y abrir nuestra mente para poder determinar con certeza si la exigencia de nuestro esposo es demasiada o somos nosotras quienes estamos poniendo inconvenientes a una actividad tan placentera.

Comunicación

Una vez claras en el punto anterior es muy importante comunicarnos con nuestra pareja, explicarle lo que sentimos, ponernos de acuerdo y buscar soluciones. Expresarnos y al mismo tiempo comprender el punto de vista de él nos ayudará a conseguir la mejor estrategia para estar satisfechos con nuestras relaciones sexuales. Poder compartir con nuestro esposo los deseos, necesidades y anhelos de las relaciones sin duda nos ayudará a tener una vida sexual más satisfactoria. Respecto al sexo hay muchos tabús y sin una buena comunicación es complicado que funcione, hay que hablar de aquello que nos gusta y lo que no, lo que quisiéramos experimentar y lo que no está en nuestros planes.

Nuestra frecuencia

Es importante acordar con nuestra pareja una frecuencia sexual que nos satisfaga a ambos. Al principio es común que los encuentros sean más recurrentes debido a la novedad de la vida en pareja y el afán por descubrir y experimentar con el otro; sin embargo, con el tiempo suele ocurrir que el nivel baja. Si el nivel de nuestra pareja sigue en ascenso siempre podremos encontrar un equilibrio, para ello la complicidad es cave. El que nuestro deseo sexual sea menor que el de nuestro esposo no quiere decir que sea él quien deba adaptarse a nosotras, ni viceversa, se trata de negociar para buscar un equilibrio.

Construcción mental

Es fundamental comprender que el deseo sexual tiene que ver con nuestro cerebro, lo que pasa por nuestra mente es incluso mucho más poderoso y determinante que el funcionamiento de nuestro cuerpo, por lo que más vale hacer caso a los pensamientos y de ser necesario reprogramarlos. El sexo tiene que ver con sentir, experimentar el placer, dar rienda suelta al erotismo y la sensualidad, y todo eso es una construcción mental.

Evasión

Evitar los encuentros con el cónyuge no resolverá la situación, al contrario él puede sentirse rechazado y eso le causará molestia y desilusión. Lo mejor siempre es dar la cara y hablar con mucha inteligencia emocional, tratando de ponernos en su lugar. El que tenga una frecuencia sexual más alta no lo convierte en un pervertido o desequilibrado.

Cambios

No solo se trata de cambiar la manera en la cual ambos estamos viendo las relaciones sexuales, sino también de hacer ajustes para que volvamos a darle al sexo la importancia que merece sin desesperación ni desgano. Cambiar los horarios de encuentro, las posturas sexuales y los lugares donde tener relaciones. Estos cambios no tenemos que hacerlos todos al mismo tiempo, podemos incorporarlos poco a poco para descubrir nuevos placeres, recuperar el entusiasmo ante lo incierto y convertir esos momentos en experiencias excitantes para ambos.

Exploración

Comprender cómo funciona el comportamiento erótico de la pareja es el primer paso para incorporar nuevas fantasías que nos permitan replantearnos el sexo y verlo como una actividad lúdica y por ende divertida. Aquí está permitido establecer las propias normas para aventurarnos en el juego de roles o experimentar con juguetes eróticos; asimismo, podemos valorar otras alternativas sexuales como la masturbación para ayudarlo a satisfacerse por sí mismo si aún no hemos encontrado el equilibrio entre nuestras frecuencias sexuales.

Mejores encuentros

Preferir encuentros de calidad más que de cantidad, es decir, esmerarnos y concentrarnos en hacer de nuestras relaciones experiencias gratas y satisfactorias sin pensar tanto en la frecuencia con la cual se establecen. Para determinar lo que implica sexo de calidad hay que ver qué elementos son importantes para cada pareja: atracción, amor, emociones, variedad, entre muchas otras. Dejar de verlo como una tarea y considerarlo como el momento de paz de nuestro día puede ayudarnos.

Ayuda profesional

Si después de intentar con las herramientas que tenemos a la mano nos seguimos sintiendo incómodos y no logramos equilibrarnos en cuanto a nuestros encuentros sexuales, lo más sabio es buscar ayuda profesional. Una persona preparada podrá orientarnos mejor para que resolvamos el inconveniente que si bien es molesto y preocupante no tiene por qué presagiar el fin de nuestro matrimonio.

Máquina del sexo

Los pro de tener sexo a diario

Nos hace sentir amadas.

Es una actividad placentera.

Es reconstituyente y mejora la salud.

Contribuye con la inmunidad.

Alivia el dolor.

Aleja la depresión.

Mejora el sueño.

Regula cambios hormonales y estabiliza los ciclos menstruales.

Mejora el humor y fomenta la creatividad.

Es buen ejercicio físico.

Genera confianza y mejora la autoestima.

Alivia el estrés.

Es divertido.

 

Los contra de tener sexo a diario

Adicción al sexo.

Agotamiento por reducción de horas de descanso.

Desconexión del resto de los vínculos si es lo único en común.

 

Compromiso, pasión e intimidad son los tres pilares de una relación de pareja, necesitamos esforzarnos para que nuestra relación funcione, por lo que si nuestro esposo es una máquina del sexo debemos enfrentar la realidad con paciencia y mucho amor, no sabemos si en unos años la frecuencia sexual de nosotras supere la suya.

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